Los ‘socios’ de Andrés Sepúlveda

Rafael Rivert manifestó que el ‘hacker’ Andrés Sepúlveda le dijo en varias oportunidades que tenía relaciones con agencias de inteligencia del Estado y con la DEA. Sin embargo, indicó que todo esto le generó una serie de sospechas ya que nunca vio un documento o contrato en el que se verificaran estas versiones. Asimismo, aseguró que tiene fotos de Sepúlveda y otros dos hombres que serían de la Dipol y quienes le estarían vendiendo información confidencial al ‘hacker’.

Rafel Revert: “Andrés me comentó que supuestamente trabajaba para DEA, Dipol, Comando Sur, tenía en contactos en DNI, Sijín, supuestamente la contra de la Policía trabajaba para él, la seguía y lo protegía y que así le empezaron a salir trabajos (...) Durante ese proceso, de dos meses, fueron llegando trabajos que le ordenaban, supuestamente de DEA, de la Dipol, o del Comando Sur, le ordenaba que tuviese monitorizado La Habana. Él le vendía información a la DEA sobre guerrilleros de las Farc, vendía información y él las cobraba. Y como ese tipo de cobros son en bolsa negra, él hacía su plata y ya ahí no había nada.

Igualmente habló sobre una aplicación de reconocimiento facial

R.R: “Hay un aplicativo que se llama Coyote que se lo vendió a la Dipol si no recuerdo mal para reconocimiento fácil y reconocimiento de personas en manifestaciones, que es básicamente que tú vas haciendo fotos, las fotos se suben a un servidor, el servidor los procesa y dice este personaje tiene tal historial y es peligroso por estar dentro de esta manifestación, lo vendió ese aplicativo a la Dipol”.

Uno de los graves cuestionamientos de Revert era que Andrés siempre hablaba de sus vínculos con la DEA

R.R: “Supuestamente todo (las interceptaciones) estaba avalado por el Comando, la DEA y la campaña”.

Fiscalía: ¿Siempre decía eso?

R.R: “Sí, siempre decía eso y nunca se vio un documento. Pero todo supuestamente estaba avalado por la DEA, por su amigo de la DEA. Incluso que sus amigos le iban a prestar el director de la DEA en Latinoamérica, que siempre estaba entrando al búnker del Comando Sur. A mí no me importaba. Alardeaba de esa plata que se ganaba”.

F.: ¿Es decir que la información que recibía de La Habana se daba a la campaña y también había posibilidad de que la vendiera?

R.R: “Sí”.

F.: ¿A usted le consta que la haya vendido o se la hubiera dado a la campaña?

R.R: “Yo lo que sé es que la presentación esa (información de inteligencia), el tipo intentó a través de su mujer contactar al ministro de Defensa para ver si podía arreglar por el Ministerio alguna plata. De los correos sé que había una presentación que ponía DNI para venderle información. Un screenshot de un correo es que está hablando ‘Boris’ con una suiza u holandesa creo, sobre una plataforma de conferencias. Eso se lo vendió al DNI, según lo que él decía. La verdad nunca me confirmaron si fue verdad”.

F: ¿Y sabe a quién se lo vendió?

R.R: “A un tal ‘Antonio’ del DNI. Ese era su Nick. Era alto, moreno, con gafas, seguidor del Real Madrid, hacía operaciones contra ‘Timochenko’. El supuesto ‘Antonio’ subió dos veces a la oficina. Y luego me enteré por su celular que se llamaba Andrés y no ‘Antonio’, porque un día que informé que eso estaba sucediendo me dijeron que le cogiera el teléfono. Lo conecté y ahí salía Antonio, Andrés, DEA. Ya me dije que eso no era legal”.

F: ¿Qué presentaciones?

R.R: “Presentaciones de estructuras de las Farc, quién era ‘Iván Márquez’, quién era ‘Ermes Aguilar’, quién era ‘Tomochenko’, quiénes eran los cabecillas de las Farc, dónde habían estudiado, cuántas órdenes de Interpol y de captura (tenían), en qué frentes estaban. Eso lo estaba publicando por Diálogos a Voces. También cosas de Dipol con temas confidenciales. Supuestamente había otras cosas del Ejército pero como no tenían el banner Ejército, me dijeron ‘esa mierda no es de Ejército, esto es un documento secreto de algún lado’. Nunca se supo de dónde. Yo lo que veía es que llegaba con una USB azul, la cargaba, compraba storage, la analizaba, pasaba el storage, cifraba, se largaba y dejaba la USB limpia. Si le hacen forense a esa USB van a encontrar esos documentos y más de ahí para atrás”.

F: Usted ha dicho que Andrés tenía relaciones con la Dipol. ¿Sabe qué personas específicamente?

R.R: “Supuestamente era otro ‘Antonio’ de la Dipol. Yo tengo fotos de esas dos personas. Le tomé una foto a cada una con las caras. Al supuesto ‘Lobo’ y al supuesto ‘Antonio’ de la Dipol. Uno era supuestamente el mejor analista antiterrorismo, él me lo presentó así. Del otro entro diciendo que era una gonorrea, un mal muy malo y del grupo especial de ‘Lobos’ yo no sé qué cosa. Algún grupo táctico de ataque o de asalto. Los presentó y luego se fue a la terraza a hablar con ellos. Ahí les tomé las fotos porque el cristal deja ver hacia afuera pero no hacia adentro. Le tomé también a un video en el que ‘Pacho’, no Santos sino la mano derecha de Andrés, le entrega plata Andrés, la cuenta y luego la pasa a los supuestos de Dipol. Ese mismo día del operativo.

F: ¿Qué Información?

R.R: “Él me la enseñó porque quería una herramienta para tener toda la base de la Dipol. Estructurarla, leerla, sacar teléfonos, sacar emails, contactos, para poder hacer geolocalizaciones y hacer ataques cibernéticos (...) Me la enseñó y es cuando le digo ‘¿y esto, una base de datos?’ Y llegó un momento que él se descuidó, cogí la USB, la copié y la entregué tal cual. Me dijeron que eso era confidencial, no tenían por qué tenerlo. Ese mismo día alardeó de que la base de datos valía $120 millones y que la compró por un millón doscientos, una comida en el Oma y otros $200 (mil) al tal alias ‘Antonio’ a quien le tomé una foto (sic.)”.

F: ¿Quién más estaba?

R.R: “Estaban Andrés, Antonio y el supuesto ‘Lobo’ quien tenía una gorra de Swat y un sudadera”.

F: ¿Desde cuándo usted percibe que Andrés Sepúlveda estaba desarrollando actividades ilícitas?

R.R: “Pues desde que encontré documentos privados allá con el típico documento que ponen ‘secreto’. El primero que yo vi (era) de Dipol. Y luego de allí me dijo que trabajaba para la DEA y para el Comando Sur, y que para la DEA había que hacer una tool que entraras a la DNE. Y yo le dije “¿esto lo avala la DEA?” “¿Sí, sí, sí, esto lo avala la DEA (…) pero sí sé que la DEA lo cobró, porque venía con mucha plata, incluso una vez llegó con un maletín así lleno de plata a contar plata así por fajos. En alguna conversación borrachos, los dos, por beber un poco menos que él podía estar escuchando y estar anotando lo que me decía, porque nos tomábamos no menos de dos botellas cuando nos sentábamos a tomar, de lo que fuese, vodka, ron, Bacardy.

F: En la venta de información usted nos ha dicho que Andrés tenía un cliente que al parecer era miembro de las Fuerzas Militares ¿sabe si más allá de estas personas hay otros como oficiales?

R.R: “Que él me contó no, porque nunca contaba de su cliente. Luego me enteré yo que era un general que le habían metido a la cárcel por supuestos contratos y ventas ilícitas, por ahí fue que me enteré que estaba recibiendo palta pero nunca supe las cantidades (…) Otro tipo de relaciones que yo vi en la oficina directamente y el supuesto Comando Sur, que es el búnker de allá de la embajada de Estados Unidos, que eran sus clientes.

F.: ¿Qué recuerda del general?

R.R: “Me habló de coronel Smith del Comando Sur y ese general lo tengo en mis documentos el nombre. Supuestamente está en la cárcel.

F: Pero, ¿por qué tiene el nombre del general?

R.R: “Porque con los documentos que él estaba vendiendo por ahí aparecieron y yo hace cuatro años, más o menos, di un curso de ciberseguridad a varias a áreas de inteligencia en Colombia. Lo di en Ayuelos. Di a la Dipol, la Fuerza Aérea, la Marina, Ejército y a otros dos tipos que nunca dijeron su nombre. Había también gente de la empresa privada y por allá apareció ese nombre. Y también por ahí me dijeron que me estaban chuzando. El típico contacto que mantienen en el Facebook con alumnos, porque tengo más de 120.

F: ¿Le suena a usted el nombre general Nieto, que haya tenido alguna relación con Andrés?

R.R: “Creo que sí. Él es el de la cárcel si no estoy mal. Y había otro Guzmán.